Martensita
La martensita es una estructura cristalina que se forma en los aceros cuando la austenita se enfría rápidamente a través de una temperatura crítica conocida como temperatura de inicio de transformación martensítica, Ms. La transformación completa de la austenita en martensita ocurrirá a temperaturas inferiores a la de final de transformación, o Mf, en muchos aceros por debajo de la temperatura ambiente. Entre medias de Ms y Mf coexisten martensita y austenita, pudiéndose transformar esta última en bainita inferior en función del tiempo. La austenita residual no es un constituyente deseado en el temple. Con enfriamientos subcero puede llegarse a temperaturas cercanas o inferiores a Mf, con lo que se consigue transformar toda o gran parte de la austenita residual en martensita.
A diferencia de otros productos de transformación como la perlita o la bainita, la formación de martensita no involucra difusión atómica, sino que es un proceso de transformación sin difusión que ocurre casi instantáneamente.
La martensita es una estructura extremadamente dura y frágil, con una alta resistencia a la tracción y una baja tenacidad. Esto se debe a su estructura cristalina de Feα sobresaturada en carbono, que consiste en una red tetragonal con el carbono situado por inserción en varias aristas de la red. Esta estructura le confiere a la martensita sus propiedades características, como alta dureza y resistencia.
La formación de martensita es común en procesos de endurecimiento por enfriamiento rápido, como el temple, utilizado para mejorar las propiedades mecánicas de los aceros. Sin embargo, la fragilidad inherente de la martensita puede ser un inconveniente en algunas aplicaciones, ya que puede provocar agrietamiento o falla bajo cargas de impacto o vibración. Para mitigar la fragilidad de la martensita, se deben llevar a cabo tratamientos de revenido después del temple.
El aspecto metalográfico de la martensita es de agujas entrecruzadas, sin precipitación en su interior.
El medio de enfriamiento debe ser el suficiente para producir la transformación martensítica en toda la masa de la pieza. Esto dependerá del tamaño de la pieza, severidad del medio de enfriamiento y templabilidad del material. Para aceros con baja templabilidad es necesario que las piezas sean pequeñas y el medio de enfriamiento severo, como el agua.
Tratamientos de temple: temple al aire, temple al agua y temple al aceite
El aspecto de la martensita difiere poco de unos aceros a otros, salvo por otros posibles constituyentes asociados a la misma, como carburos complejos o austenita retenida. Tampoco difiere el aspecto de la martensita obtenida mediante otros medios de enfriamiento, siempre que la transformación sea completa. Habitualmente, el temple se realiza sacando la pieza rápidamente del horno e introduciéndola en un medio líquido para su enfriamiento, que puede ser aceite o agua. El agua conducirá a condiciones de enfriamiento más severas. También es posible el enfriamiento al aire para la obtención de martensita.
A continuación se muestran ejemplos de distintos tratamientos de temple y las microestructuras obtenidas.
Temple al agua



Temple al aceite





Temple al aire



En los casos en los que la templabilidad sea suficiente para varios medios de enfriamiento, ha de elegirse el menos severo, ya que introducirá menos tensiones internas debidas a diferencias de contracción en el enfriamiento.
De acuerdo al tamaño de la pieza, este medio de enfriamiento ha de ser bien elegido, para evitar la aparición de constituyentes no deseados.




Los aceros con alta templabilidad tienen también las temperaturas de inicio y fin de transformación martensítica muy bajos. En especial, la de final de transformación o Mf puede estar muchos grados bajo cero. Esto implica que, tras el temple, el material contendrá contenidos en austenita retenida excesivamente altos, con la consiguiente pérdida de dureza.


Temple subcero
Una solución es dar un enfriamiento posterior a muchos grados bajo cero, como en nitrógeno líquido, con el fin de transformar esa austenita retenida en martensita.

Tratamiento de revenido
Debido a la gran fragilidad de la martensita, el material debe ser revenido tras el temple, para suavizar sus características y disminuir tensiones internas. El revenido implica calentar el acero a la temperatura seleccionada para permitir la redistribución de los átomos y reducir las tensiones internas, lo que mejora la tenacidad del material.
No obstante, salvo en aceros con endurecimiento secundario, el revenido produce una bajada de la resistencia mecánica debido al ablandamiento, con lo que es necesario buscar el compromiso entre resistencia y tenacidad para cada aplicación.
El margen de temperaturas del revenido abarca desde 150 a 650ºC, dependiendo del uso que se pretenda dar a las piezas. Generalmente, el tiempo de tratamiento es de una hora, una vez que toda la masa del metal ha alcanzado la temperatura de tratamiento.









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